Dependemos del uso del petróleo y de que deje de utilizarse

Tal como están planteadas las cosas, el ser humano depende, en gran medida, del uso de los hidrocarburos para infinidad de actividades de su vida cotidiana y, para cubrir muchas de las necesidades mas básicas.
El petróleo, el gas y el carbón, calefaccionan e iluminan nuestros hogares y espacios de trabajo, brindan a la industria la energía necesaria para producir todo lo que utilizamos, desde nuestra ropa hasta los alimentos y en muchos casos sus derivados, como el Pet, son utilizados como materia prima para infinidad de productos.
Claro está que entonces, un mundo sin la utilización de hidrocarburos sería completamente diferente al actual, tal y como lo conocemos, tal y como hemos vivido hasta ahora.
Sin embargo, esa dependencia casi absoluta que la humanidad ha generado hacia los hidrocarburos, nos ha llevado a utilizarlos en una cantidad exageradamente grande, abusiva y, lo mas importante, nos está generando un gravísimo problema ambiental a nivel planetario. Pérdida de biodiversidad, cambio climático, contaminación del agua, la tierra y la atmósfera, son sólo algunos de los efectos negativos que conlleva.
Entramos entonces en una dicotomía de la cual es muy difícil salir, nos encontramos atrapados entre la “necesidad” de continuar con nuestras vidas sin perder los estándares de comodidad que hemos alcanzado, sin disminuir nuestra calidad de vida, pero sabiendo que esto nos está llevando a un desastre ambiental sin precedentes, que provocará que esto suceda de todas formas, un poco mas dilatado en el tiempo, pero seguramente de una forma mucho mas abrupta y radical.
Hemos demorado demasiado una de las decisiones mas importantes que la humanidad en su conjunto debería haberse sentido obligada a tomar hace ya mucho tiempo. El petróleo y los demás hidrocarburos nos han dado a una gran porción de la humanidad, y aun lo siguen haciendo, un alto nivel de confort. Y retroceder en este sentido suena como algo realmente difícil de digerir, casi impensable.
Seguimos esperando los milagros de la ciencia, los descubrimientos prodigiosos que nunca llegan, o que el mercado decide que no son un buen negocio y los descarta. Y el planeta, nuestra casa, se sigue deteriorando a pasos agigantados. Se resquebrajan los cimientos, se derrumban las paredes y el techo se cae sobre nuestras cabezas. Pero no hacemos nada, solo por seguir viviendo unos años mas, unos meses mas o unos días mas sin reducir las comodidades a las que estamos acostumbrados. Por no reducir las ganancias multimillonarias de las empresas.
Y el planeta se sigue desmoronando ante nuestros ojos.
La cuestión no es dejar de utilizar hidrocarburos de un día para el otro, pero sin duda deberíamos poner todos nuestros esfuerzos, todos los recursos de la ciencia a trabajar en un cambio radical en la matriz energética de todo el globo. Desacelerar el tan mentado progreso si es necesario, disminuir las ganancias de las grandes multinacionales, Racionalizar nuestro consumo de productos, de servicios y de energía. Hacer todo esto y mucho mas, pero no todos por igual, sino corrigiendo además la injusta distribución de la riqueza por la cual hoy unos pocos gastan mucho mas de lo que necesitan, mientras muchos se mueren de hambre o de enfermedades evitables o viven en condiciones inhumanas.
Debemos reeducarnos porque la realidad ha cambiado y es necesario adaptarnos a nuevos paradigmas. Aprender a enojarnos e intentar educar a quien despilfarra, ya sean personas, gobiernos o empresas.
Necesitamos hacer un cambio, paulatino pero muy profundo, para adaptarnos a la nueva realidad que nosotros mismos hemos creado. Para detener la extinción de especies, entre las que nos encontramos. Cambiar en lo individual y cambiar el sistema. Para seguir existiendo.

Nos reencontramos la próxima semana, con una nueva entrega de esta publicación.

Ricardo Natalichio
Director de EcoPortal.net
rdnatali@ecoportal.net
www.ecoportal.net

1 comentarios:

Cristian Torres dijo...

Que buena publicacion, felicitaciones.
La posicion de abstenerse al cambio, por energias limpias, es una de las mas odiosas presentes en el hombre. Pues sacrificamos el futuro de los que vienen despues, por defender una calidad de vida que lentamente nos daña a nosotros tambien. Ya no importa si se debe pasar sobre otros para cumplir nuestros propositos, y olvidamos cada dia que esta tierra no nos pertenece. Cuando nos demos cuenta del daño que hacemos ya sera muy tarde para repararlo.
Que buena publicacion, felicitaciones.