El cambio climático y las guerras del futuro








Los efectos del cambio climático podrían provocar conflictos a escala global tan graves como las dos guerras mundiales pero de mayor duración, según un reciente estudio del Royal United Services Institute, un destacado ‘think tank’ británico especializado en cuestiones militares. Su informe vaticina que el calentamiento global provocará un cambio en el mapa geopolítico, obligando a ciertos países a reconsiderar sus intereses nacionales y a cambiar los vínculos actuales. Otros, los subdesarrollados, serán incapaces de enfrentarse al calentamiento global por la escasez de agua y la crisis de alimentos.

“Nos estamos preparando para un coche bomba, no para el 11 S”, afirma Nick Mabey, autor del estudio. Advierte que las respuestas actuales ante las amenazas del cambio climático son “lentas e inadecuadas” porque los gobiernos no se están preparando para el peor de los escenarios posibles.

Mabey, ex miembro del Grupo Estratégico del Primer Ministro Británico, señala que si el mundo quiere evitar las peores consecuencias del cambio climático debe multiplicar por diez los gastos anuales en investigación energética, hasta alcanzar los 20.000 millones de dólares.

“Si el cambio climático no se alivia y sobrepasa el límite medioambiental, será el propulsor de conflictos entre distintos países y dentro de ellos. (…) El suministro de energía, por ejemplo, dependerá cada vez más de alianzas con otros grandes consumidores, como China, para desarrollar y utilizar nuevas tecnologías, y menos de las relaciones con países productores de petróleo”, afirma.

Los efectos económicos

El informe del RUSI sale a la luz poco después de que Lord Stern, ex economista jefe del Banco Mundial, haya reconocido que subestimó las consecuencias económicas del fenómeno en la valoración que realizó en 2006 para el Gobierno británico.

Además, el impacto del cambio climático empeorará las condiciones de vida en los países subdesarrollados, especialmente en aquellos en los que ya hay una guerra en curso o inestabilidad política. Sus peores consecuencias provocarán un alto riesgo de que estalle un conflicto armado en 46 Estados, lo que significa una población total de 2.700 millones de personas, según un estudio de International Alert. Su mapa sitúa las zonas de riesgo en el sur de Asia, casi toda África -incluido Marruecos y Argelia- o Sudamérica. Mientras, otros 56 países deberán superar graves crisis internas.

No obstante, para otros analistas, este enfoque requiere algunas consideraciones. El último anuario sobre conflictos de la Escola de Cultura de Pau señala que la correlación entre escasez de recursos y conflictos no está probada: “Aunque es un elemento presente (…) su carácter esencial lo convierte en fácilmente instrumentalizable en base a componentes políticos, identitarios o religiosos”.

350 presente en el 5º festival de rock de la comuna 6 (Medellin-Colombia)









Muchas gracias a todos los que estuvieron presente y a todos los GALPA que estuvimos gestionando la participación para este importante día

Descubrimiento, conquista y saqueo de los recursos naturales de América

En la historia reciente de la humanidad, digamos los últimos 500 años, el continente americano ha visto modificada una y otra vez su fisonomía.
Hubo importantes cambios en casi todos los ecosistemas que componen la región. No quedan prácticamente espacios que no hayan sido alcanzados por las actividades humanas, que han producido modificaciones en la flora y la fauna esencialmente por la agricultura, pero también por la ganadería, las mega-represas, la minería, la industria forestal y tantas otras actividades del sector productivo.
Desde la colonización de América y luego de los primeros años, en los que la actividad excluyente de los invasores fuera el saqueo intensivo del oro y la plata de este continente, la industria de la caña de azúcar hizo punta en la historia del abuso de la tierra americana, para beneficio de sus conquistadores.
Los habitantes originarios del continente fueron aniquilados rápidamente. Se calcula que menos del 10% sobrevivieron a las primeras décadas de la conquista. Cazados como animales, sometidos a la esclavitud, mal alimentados y alejados de sus hogares y su entorno natural , fueron además presa fácil para las armas mas letales que llegaran en los barcos europeos, las enfermedades contagiosas inexistentes en el continente hasta ese momento.
Las inmensas riquezas naturales de América se convirtieron en una gran maldición. En el nombre del progreso, del progreso económico de Europa primero y mas tarde también de Estados Unidos, se envenenan las aguas, se pulverizan las montañas, desaparecen bosques, especies vegetales y animales, glaciares, pueblos y culturas completas. Los resultados están a la vista, inundaciones y sequías, desertización, pérdida de biodiversidad, contaminación, desnutrición, proliferación de enfermedades, pobreza, hambre y muerte.
Hace unos 5 siglos el capitalismo descubrió América e hizo lo que el capitalismo sabe hacer, ponerle precio a todo, convertirlo todo en bienes de mercado, explotar recursos naturales y humanos mas allá de sus límites, hasta la destrucción, hasta la devastación.
Sin embargo y pese luego de mas de 500 años de dominación y sometimiento, Latinoamérica resurge como la región del planeta que encabeza un cambio necesario de paradigmas, que urge para la sobrevivencia de la vida misma.
El difícil camino a seguir está trazado. El objetivo es convertirnos en una sociedad que abandone el modelo económico vigente, dirigido por los dueños del capital y del poder, y construya un nuevo modelo, ambientalmente sustentable y socialmente justo. El esfuerzo es grande y será mayor aun, pero el premio lo vale.

Equipo de Redacción EcoPortal.net
rdnatali@ecoportal.net
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LA CARNE UN ALIMENTO NO TAN BUENO!!



Cada año se gastan miles de millones en publicidad para promover el consumo de carne y sus derivados. Todos hemos visto a esos adolescentes, con caras risueñas, mordiendo unos perritos calientes y familias felices reunidas alrededor de una barbacoa. En la televisión nunca se relacionan las hamburguesas con la atmósfera horrible y macabra de los mataderos, sino con un mundo mágico de jardines cultivados por unos amables payasos. El mensaje que se desea transmitir es que consumir carne es una actividad natural, sana y divertida. Lo que los mensajes publicitarios no nos dicen es la cantidad de benzopireno; un carcinógeno causante de tumores de estómago y leucemias que se ingiere con cada kilo de carne de vaca preparada a la parrilla. Como tampoco nos informan de los efectos devastadores de los antibióticos y las hormonas; tetraciclina, penicilina, sulfamida, nitrofuranos, clem-buterol, etc., que contienen las carnes.

Según José María Mújica, portavoz de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), el uso de sustancias ilegales para el engorde artificial del ganado vacuno es una práctica habitual en España y no existe ningún tipo de control para evitarlo. En un estudio elaborado en la Unión Europea sobre el uso de este tipo de sustancias, el 36% de las muestras de hígado de vacuno analizadas en España presentaban restos de esta sustancia ilegal.


Por otra parte, el doctor José Prieto, catedrático de Microbiología de la Universidad Complutense, investigó que el 50% de toda la producción de antibióticos se destina a los animales de granja, si se suman los que se administran a los animales y se consumen indirectamente, puede llegarse a las dos toneladas diarias.


Nuestra salud se ve también amenazada por el hecho de que el ser humano no tiene nada en común con los animales carnívoros, cuyas mandíbulas, sin molares como los nuestros, disponen de dientes puntiagudos que les permiten desgarrar la carne. Su estómago produce una concentración de ácido clorhídrico diez veces mayor que la del ser humano. Además, su sistema digestivo es tres o cuatro veces más corto que el nuestro. Por lo cual, las toxinas de la carne en estado de putrefacción –eliminadas rápidamente por los ácidos gástricos de los animales carnívoros- son absorbidas por la sangre y pueden causar enfermedades después de permanecer mucho tiempo en el intestino. Por otra parte, nuestro hígado -relativamente más pequeño- está constantemente estresado debido a la presencia de un nivel de ácido úrico más alto de lo normal.



La Organización Mundial de la Salud (OMS) y otras ONG’s, aconsejan cambios en la alimentación para prevenir las enfermedades del corazón, consistentes en una disminución radical en el consumo de productos de origen animal y un aumento en el consumo de frutas, verduras, legumbres y cereales. Estudios epidemiológicos como el realizado en el Centro Alemán para la Investigación del Cáncer (DKFZ), de Heidelberg, demuestran que las personas que llevan una dieta exclusivamente vegetariana tienen menor tendencia a desarrollar ciertos tipos de cáncer relacionados con la dieta, pero estas necesarias recomendaciones chocan con la censura de las industrias cárnicas y de productos lácteos que presionan a los gobiernos, en defensa de sus intereses para que todo siga igual.
Mientras unos prosperan a expensas de nuestra salud con el aumento en el consumo de carne debido a las campañas publicitarias engañosas, el número de enfermedades y de muertos directamente relacionados con las enfermedades del corazón, cáncer de colón, diabetes, leucemia, afecciones de hígado y riñón, etc., también crece. Lo triste y lamentable de tal situación es que ya existe una solución preventiva y eficaz, sin ningún apoyo, institucional, que implica un rechazo a la carne como alimento y la adopción de un estilo de vida no violento y sano, basado en los principios del veganismo, que permite vivir con salud y dejar vivir a los demás

Por: JesKa toMADO DE http://vosanimal.blogspot.com/

GALPA

La historia del carbón



gracias a Geenpeace