Almacenar dióxido de carbono reduciría el calentamiento global

El almacenamiento de dióxido de carbono en cuencas subterráneas podría convertirse en breve en una manera simple y barata de reducir el calentamiento del planeta, aseguraron expertos en la ciudad de Exeter, en Gran Bretaña, donde se realiza la Conferencia "Evitando los peligros del cambio climático".

El proyecto, presentado y debatido por los asistentes a la Conferencia Internacional, sería una forma rápida de disminuir las emisiones de ese gas a la atmósfera.

El dióxido de carbono (CO2) podría ser retenido en las tuberías de las plantas de petróleo, gas y carbón, cuando se quema el combustible y después bombeado hasta almacenes bajo tierra.

En ese sentido, Jon Gibbins, del Imperial College of London, expuso el ejemplo de un proyecto piloto en el yacimiento offshore de Sleipner, Noruega, en el Mar del Norte, en el cual desde 1996 se han almacenado un millón de toneladas de desechos de CO2 por año.

Otro proyecto igual existe en la provincia canadiense de Saskatchewan, donde el dióxido de carbono que se extrae de la hulla se almacena en una cámara subterránea en un yacimiento de petróleo.

Sin embargo, no todos están de acuerdo con esta forma de evitar el efecto invernadero y los defensores medioambientales dicen que la solución está en la búsqueda de nuevas fuentes energéticas renovables o el hidrógeno.

Además, advierten que el CO2 acumulado es un peligroso legado para futuras generaciones, ya que una fisura de los almacenes desplegaría abundantes cantidades del gas que dañaría instantáneamente al clima terrestre.

Más de 200 científicos de todo el mundo debatieron durante tres días aspectos relativos al cambio climático, con el objetivo de llegar a un acuerdo sobre el alcance de la amenaza.

En la importante reunión se abordaron tópicos relacionados con la disminución de la capa de hielo en la Antártida, el aumento del nivel de los mares y los gases que contaminan el medio ambiente.

Al inaugurar el encuentro, la ministra británica de Medio Ambiente, Margaret Beckett, dijo que "sólo un cambio radical internacional puede limitar el llamado efecto invernadero, por lo que tenemos que actuar para contener el alcance de este efecto".

Beckett advirtió que mayores cambios climáticos son casi inevitables, pues hay pronósticos de que la temperatura de la Tierra aumentará entre 1,5 y 6 grados centígrados en el presente siglo.

En ese sentido, muchos expertos y activistas están convencidos de que un incremento de dos grados centígrados en la temperatura global podría tener efectos catastróficos en apenas 20 años.

Según la organización ecologista WWF/Adena el impacto del efecto invernadero no sólo se sentirá en la disminución de la cubierta de hielo y nieve, sino también en un calentamiento adicional al absorber más radiación el suelo y el océano.

Además, explica, la placa de hielo veraniega se derrite a un ritmo del 9,6 por ciento, lo que podría llevar a la extinción del revestimiento de hielo flotante a finales de siglo.

La desaparición de especies, cuyo hábitat es el hielo, como los osos polares o las focas, así como la presencia cada vez mayor de catástrofes naturales son algunas de las consecuencias del cambio climático si no se consigue una solución definitiva.

Justamente, dentro de dos semanas entrará en vigor el Protocolo de Kyoto, acuerdo internacional que exige a las naciones industrializadas la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en un 5,2 por ciento, en relación con los niveles alcanzados en 1990.

Instituto de Desarrollo Urbano presenta los mandamientos ambientales

El IDU presenta los mandamientos ambientales con el objeto de generar cultura de apropiación ambiental y prevención de riesgos en obras de infraestructura para construir una ciudad sostenible y con talento humano. Los mandamientos ambientales son:


1. Responsabilidad por el orden y aseo en el área de trabajo.
2. Utilizar racionalmente el agua y la energía.
3. Conocer y aplicar los procedimientos de seguridad establecidos.
4. Responzabilidad por recudir, reutilizar y recuperar lo que se consume.
5. Promover un estilo de vida saludable.
6. Ser parte fundamental en la construcción de una ciudad respetuosa con el medio ambiente.
7. Reaccionar de manera diligente ante los riesgos y emergencias.
8. Valorar los bienes de la ciudad ayudando a su conservación y protegiéndolos como parte esencial de la vida.
9. Mantener una actitud positiva frente a la prevención y
10. Optimizar los patrones de consumo incluyendo productos ecológicos.

Los problemas de la cadena alimenticia actual y cómo arreglarlos

La alimentación es uno de los puntos más importantes de la huella ecológica de las personas, y desde dejar de comer carne hasta consumir productos orgánicos, hay cientos de pequeñas y no tan pequeñas acciones que se pueden realizar para marcar una diferencia.

Lamentablemente, el problema es mucho más grande que eso. Desde la alimentación primitiva hasta el actual modelo de producción masiva de carne y productos de animales, la cadena alimenticia se ha complejizado tanto que atacar un sólo punto no soluciona el tema.

Es por esto que la organización Amigos de la Tierra ha lanzado una nueva campaña apuntando a este importante tema. Si bien la misma está apuntada al gobierno inglés, la campaña apunta a temas universales que es esencial escuchar para comprender la situación del sistema productivo actual.

De acuerdo a Amigos de la Tierra, 700 millones de libras provenientes de los impuestos que pagan las personas se destinan a subsidiar la producción de productos animales en granjas industriales, y miles de millones de fondos públicos se destinan a comprar productos lácteos para escuelas y hogares de cuidado, sin tener en cuenta cómo estos son producidos.

Dentro de estas granjas, se alimenta a los animales con granos altos en proteínas como la soja, cuya producción está promoviendo la deforestación y sacando a las comunidades sus tierras en numerosos países de Sudamérica, especialmente en naciones como Brasil y Argentina.

A su vez, la producción de carne y productos lácteos (incluyendo su traslado) aporta el 18% de las emisiones totales de gases de efecto a nivel global, causantes del calentamiento global del planeta.

Frente a esta situación, ¿cuál es la salida? La organización propone una serie de medidas, entre ellas:

-Utilizar fondos públicos en la compra de mejores productos para instituciones y hogares, y dejar de subsidiar formas de producción insustentables;

-Apoyar económicamente el desarrollo de ganadería y agricultura sustentables; y

-Hacer que las empresas y supermercados tengan responsabilidad por el impacto de sus productos.

Las personas individuales siguen teniendo el poder de cambio en sus manos con la elección de qué productos compran cada día. Sin embargo, esta aproximación más holística del problema resulta importante para comprender qué elementos están involucrados en cada compra y sacar algunas conclusiones sobre qué mirar antes de comprar un producto.

Algunos consejos para aplicar:

-Reducir el consumo de carne no está mal, prueba aunque sea con una vez a la semana.

-Cuando compres productos animales, evitá aquellos provenientes de granjas industriales: en su lugar comprar a pequeños productores y granjas artesanales.

-Si estás al frente de alguna organización que maneje fondos para alimentos, intentá con esos fondos también consumir en forma responsable.

Más sobre la campaña:

Amigos de la tierra

TreeHugger