La alimentación es uno de los puntos más importantes de la huella ecológica de las personas, y desde dejar de comer carne hasta consumir productos orgánicos, hay cientos de pequeñas y no tan pequeñas acciones que se pueden realizar para marcar una diferencia.
Lamentablemente, el problema es mucho más grande que eso. Desde la alimentación primitiva hasta el actual modelo de producción masiva de carne y productos de animales, la cadena alimenticia se ha complejizado tanto que atacar un sólo punto no soluciona el tema.
Es por esto que la organización Amigos de la Tierra ha lanzado una nueva campaña apuntando a este importante tema. Si bien la misma está apuntada al gobierno inglés, la campaña apunta a temas universales que es esencial escuchar para comprender la situación del sistema productivo actual.
De acuerdo a Amigos de la Tierra, 700 millones de libras provenientes de los impuestos que pagan las personas se destinan a subsidiar la producción de productos animales en granjas industriales, y miles de millones de fondos públicos se destinan a comprar productos lácteos para escuelas y hogares de cuidado, sin tener en cuenta cómo estos son producidos.
Dentro de estas granjas, se alimenta a los animales con granos altos en proteínas como la soja, cuya producción está promoviendo la deforestación y sacando a las comunidades sus tierras en numerosos países de Sudamérica, especialmente en naciones como Brasil y Argentina.
A su vez, la producción de carne y productos lácteos (incluyendo su traslado) aporta el 18% de las emisiones totales de gases de efecto a nivel global, causantes del calentamiento global del planeta.
Frente a esta situación, ¿cuál es la salida? La organización propone una serie de medidas, entre ellas:
-Utilizar fondos públicos en la compra de mejores productos para instituciones y hogares, y dejar de subsidiar formas de producción insustentables;
-Apoyar económicamente el desarrollo de ganadería y agricultura sustentables; y
-Hacer que las empresas y supermercados tengan responsabilidad por el impacto de sus productos.
Las personas individuales siguen teniendo el poder de cambio en sus manos con la elección de qué productos compran cada día. Sin embargo, esta aproximación más holística del problema resulta importante para comprender qué elementos están involucrados en cada compra y sacar algunas conclusiones sobre qué mirar antes de comprar un producto.
Algunos consejos para aplicar:
-Reducir el consumo de carne no está mal, prueba aunque sea con una vez a la semana.
-Cuando compres productos animales, evitá aquellos provenientes de granjas industriales: en su lugar comprar a pequeños productores y granjas artesanales.
-Si estás al frente de alguna organización que maneje fondos para alimentos, intentá con esos fondos también consumir en forma responsable.
Más sobre la campaña:
Amigos de la tierra
0 comentarios:
Publicar un comentario